Adolfo Dominguez en tierras aztecas, SS15.

octubre 07, 2014

Adolfo Dominguez en tierras aztecas, SS15.

Llegó nuevamente a la ciudad el momento más fashion de la temporada de otoñal, y no, no hablamos de sacar botines y trenchs, hablamos de nuestro fashion week, está claro que desde que MERCEDES BENZ FASHION WEEK MEXICO llegó a nuestras vidas, siempre hemos contado con impecables colecciones, diseños y nombres propios, pero algo que tenemos que destacar es la capacidad del equipo detrás de toda la organización encabezada por Cory Crespo, de traer a los mejores invitados posibles, nombres de todo el mundo que pisan suelo mexicano con la ilusión de presentar al publico capitalino, cada una de las prendas que portó ese avión con destino México.

En esta ocasión estoy digamos en éxtasis, y sí, la razón es que para mi este invitado es de los más grandes que la industria española ha dado a conocer, el que con valores, constancia, trabajo y sobretodo una personalidad abrumadora, ha llegado a colarse como el favorito de favoritos, ese mismo que sabiamente ha dicho una de las mejores frases que he escuchado "El tiempo , el silencio y el espacio es un lujo hoy en día", ADOLFO DOMINGUEZ.

No es necesario comentar que para mi por más de un buen racimo de motivos, es una inspiración en todos los aspectos, y es que con prendas ultra sencillas, el diseñador de origen Ourensano, -Gallego pues; para los que no tienen el privilegio de conocer esa bella parte del norte de España,- hace magia, hace sofisticación y hace elegancia, vamos que es un tres en uno. El lino ha sido siempre su tela predilecta y con la que diseña desde pantalones ya sea de hombre o mujer hasta blusas y vestidos delicados y llenos de glamour.

Una colección fresca y cómoda, eso fue lo que presentó el maestro de la famosa "arruga es bella", los colores se enfrascaron en un binomio de claros y oscuros maravillosos, que permitían el paso a tonos tierra y por ahí a los despistados estampados que mezclaban el turquesa, naranja y morado. Las cinturas en ellas siempre ceñidas al cuerpo y con una caída que creaba el movimiento perfecto al compás del caminar, mismo que comparten los hombres con pantalones, blazers y sueters holgados pero perfectos para cualquier ocasión. La cátedra se aprende de los grandes, pero cuando viene de grandes como Dominguez, la palabra cátedra se queda corta, muuuy corta.