La crisis mundial, COVID-19
Para nadie es una sorpresa éste tema... o al menos eso espero. Desde hace ya un tiempo el mundo entero se ha visto afectado con la presencia de un virus que ha arrasado con miles de vidas, personas que sufren día con día las inclemencias del coronavirus que te deja sin aliento y respiración, temperatura alta, dolores insufribles de cabeza o como se ha descubierto recientemente, la perdida olfativa como otro de los síntomas que aquejan a ésta enfermedad con la cuál luchamos todos los humanos del planeta en estos días.
Hoy por la mañana publiqué en mi Instagram, (@thinkinfashionn) la red social que sin duda utilizo para todo tipo de cosas dentro de las buenas, malas, chistes o videos de ejercicio aparte de todo lo que respecta a moda; la foto de hace justo un mes cuando los 30 años llegaron a mi vida. Definitivamente después de mi operación no estaba en el mejor momento anímico aunque debo confesar pese a que no me guste aceptarlo, que soy de muy buena actitud respecto a esas cosas que la vida pone frente a mi, que lleve las dos cirugías con el mejor espíritu y positivismo posible, que se que si mi forma de ser y personalidad no fuera como es, me hubiera hundido fácilmente y peor aún, hundir conmigo a los que estuvieron y están a mi alrededor para alzar el timón.
Simplemente no pude dormir, toda la noche pasó con el tic-tac del reloj pensando y pensando en lo mucho que cambia la vida, un mes... únicamente pasó un mes y las cosas son totalmente diferentes en mi vida. Empezando por supuesto porque repito, no estaba en un buen buen mood y aunque me alegraba inmensamente estar ya en el tercer piso rodeada de todos los que quiero, simple y sencillamente no me sentía yo, me faltaba esa chispa que me caracteriza, esa Lorena burbujeante que empapa a todos de un lado para otro. Sin embargo los días pasaron, asimile todo lo que me había sucedido en los últimos meses y lo único que pude hacer fue DAR GRACIAS. Entender que estoy viva y que estoy aquí por algún motivo que nuevamente se me pone enfrente y que descubriré en algún punto, de eso no tengo duda, que tengo un trabajo nuevo que me encanta y puedo compaginar con lo que me apasiona, la moda, la escritura y por supuesto las redes sociales, que mi familia es magnífica a su manera tan imperfecta que si los analizas uno por uno terminan siendo más perfectos que una buena definición de enciclopedia, que tengo la bendición de contar aún con mis tres abuelos, que mi familia del otro lado del mundo está siempre ahí, en cualquier momento y a un WhatsApp de distancia, por no hablar de los amigos que han estado en todas las buenas fiestas que nos pegamos pero también en los baches más grandes que hemos atravesado.
Sin embargo ahora que estoy con toda la energía encima, la motivación al 1000% para seguir creando cosas, creciendo como persona, activando cada músculo de mi cuerpo y entendiendo mejor lo que significa ese mundo tan desconocido hasta hace unos años y que nunca pensé amar como lo hago ahora, el mundo del ejercicio, del bienestar... ahora nos encontramos encerrados, dentro de una casa de 4 paredes que nos suplican que no salgamos por salir, que hagamos el super una vez a la semana, que respetemos los lugares públicos porque no hay a que ir, que nos alejemos un poco/bastante de los seres que queremos y evitemos besos y abrazos, roces que nos podrían dar la mayor de las alegrías en momentos como estos pero que tendrán que esperar a que pase la tormenta. Somos igual de frágiles que una gota de agua en el borde de una rama, con un respiro podemos caer y romper en mil pedazos.
Hoy está en nosotros frenar esta pandemia que tiene atorado al mundo entero, a países que tomaron la decisión de aislarse a tiempo, a gente responsable que entendió el mensaje desde el minuto cero, gobiernos que han hecho hasta lo imposible por hacer que su gente entienda la gravedad del asunto e incluso esos que aún no asimilan lo que está pasando o mejor dicho... no quieren asimilar. Por eso mirando hacia atrás y remontándome a como era mi vida, mi estado de ánimo y mi forma de pensar hace un mes, te digo que hay que salir, que saldremos de ésta y que seguramente no será fácil, no está siendo fácil estar dentro de nuestras casas por gusto y responsabilidad, ya que apenas hoy se ha decretado la alerta 2 en México, y eso porque la OMS lo hizo primero... ¿Qué más necesitamos para entender que somos un granito en una isla desierta? Abramos los ojos, vivamos, respiremos, sonriamos, gocemos, aprendamos y sobretodo, respetemos; valoremos todo eso que teníamos a la mano y hoy extrañamos y nos hace falta. Que eso no se nos olvide cuando todo... vuelva a la normalidad.
Adelante con esto y vamos, ¡SALDREMOS DE ÉSTA!
Besos,
y #quédateencasa
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