Con la morriña en el cuerpo, Veran 2014.
Oficialmente el verano ha terminado, y con ello como he estado publicando, regresa todo a la normalidad. Pero como cada blog, hay veces que es necesario exponer un poco de la vida privada de la autora, osea en essste caso; yo. Aunque nunca he sido mucho de decir que hago, donde estoy, con quién comí o que outfit use tal día, porque simplemente esa no es la tirada de Think In Fashion, este me parece un buen momento para hacer algo de eso y enseñarles la parte que muchos conocen pero otros tantos no. Are you ready??? ¡¡¡ GOOO !!!
San Vicente de mi amor, Avión de mi corazón ¡¡¡ el mejor pueblo del mundo entero !!!
San Vicente de mi amor, Avión de mi corazón ¡¡¡ el mejor pueblo del mundo entero !!!
Catedral de Ourense, preciosa por donde se mire, enorme y perfecta.
El verano en mi vida significa una sola cosa, ¡ GALICIA ! y está claro que para los seguidores del blog, esta palabra no es en lo absoluto extraña. Hija de migrantes gallegos llevo en la sangre y en mi día a día la morriña de estar lejos de los nuestros, de mis abuelos, de mis tíos o primos hermanos, de amigos que conozco desde la infancia y que hemos ido conociéndonos por los veranos y en la distancia. El verano en mi circulo social es eso, es esperar que llegue Mayo y antes de saludarnos preguntar ¿Cuándo te vas?, ¿Van todos? Yo ya me voy en 15 días, regreso el 7, te veo en la fiesta de mi pueblo, ¿Vienes con nosotros a Pamplona?... Y así durante unas cuantas semanas. La mayoría de la gente no puede entender el sentimiento que tenemos los hijos de quienes por cuestiones laborales, por crecimiento o por simple afán de abrirse a otro mundo, llegaron a México, el país que nos ha dado mucho de lo que somos y en el que casi todos los de mi generación unas más o unas menos, hemos nacido, un sentimiento que na terriña se llama morriña y que no se puede explicar, sólo se puede sentir.
Todo lo que engloba un verano en Galicia, porque no, no es lo mismo pasarlo ahí que en otro sitio del mundo, simple y sencillamente porque es como estar en casa, estás y te sientes en ella, y las cosas que hay en esa pequeña ciudad, ese sitio en el que todos se conocen, todos saben de todos y puede llegar a asquear pero no, eso no pasa porque hay algo especial; puede ser esa locura que desatan las orquestas; la Panorama o la Paris de Noia, por no hablar de la Filadelfia que hace que perdamos el control como si quien estuviera en el escenario fuera el mismísimo Dani Martin, los ríos y esa agua que esta más congelada que la del Atlántico, las playas que se rodean de los mejores pueblos que a la vez anuncian fiesta por todos lados, sí, las memorables y tan añoradas fiestas de pueblo, los amigos que llevamos de aquí y los que hacemos allá, el licor café o la crema de orujo, esos chupitos que tanto disfrutamos o los chorizos de la abuela que ansiamos todo el año, las verzas que aunque sea verano queremos aprovechar hasta el último bocado o esos bocadillos de nocilla que nos invaden el cuerpo y claro, al final del verano, pasan factura. Por todo eso y más, porque aquí somos los Gallegos y allá los Mexicanos pero eso no importa, porque no se puede explicar con palabras y porque bien dicen que una imagen dice más que mil palabras... Galicia canto te quero, ¡GALICIA CALIDADE!
Todo lo que engloba un verano en Galicia, porque no, no es lo mismo pasarlo ahí que en otro sitio del mundo, simple y sencillamente porque es como estar en casa, estás y te sientes en ella, y las cosas que hay en esa pequeña ciudad, ese sitio en el que todos se conocen, todos saben de todos y puede llegar a asquear pero no, eso no pasa porque hay algo especial; puede ser esa locura que desatan las orquestas; la Panorama o la Paris de Noia, por no hablar de la Filadelfia que hace que perdamos el control como si quien estuviera en el escenario fuera el mismísimo Dani Martin, los ríos y esa agua que esta más congelada que la del Atlántico, las playas que se rodean de los mejores pueblos que a la vez anuncian fiesta por todos lados, sí, las memorables y tan añoradas fiestas de pueblo, los amigos que llevamos de aquí y los que hacemos allá, el licor café o la crema de orujo, esos chupitos que tanto disfrutamos o los chorizos de la abuela que ansiamos todo el año, las verzas que aunque sea verano queremos aprovechar hasta el último bocado o esos bocadillos de nocilla que nos invaden el cuerpo y claro, al final del verano, pasan factura. Por todo eso y más, porque aquí somos los Gallegos y allá los Mexicanos pero eso no importa, porque no se puede explicar con palabras y porque bien dicen que una imagen dice más que mil palabras... Galicia canto te quero, ¡GALICIA CALIDADE!
Miudiño, miudiño... un segundo hogar nocturno.
Allariz, es sin lugar a dudas, uno de los sitios más bonitos, con el Concurso de Jardines donde gente de toda Europa expone sus conocimientos en naturaleza y arquitectura, luchan por un sitio entre los 12 mejores jardines... una belleza.
La inevitable parada en San Fermínes, Pamplona, que solemos decir "Este año es la despedida, no volvemos" pero no, ya en serio, este año retirada total, a esta edad ya no estamos para estos trotes.
Porque un pueblo sin bar no es un pueblo, pero cuidado, que como mi Barqueiro... no hay dos.
Las churrascadas antes de la fiesta del pueblo, el botellón con los amigos de toda la vida, o con aquellos que con sólo un par de días, ya son parte de tu álbum familiar.
Pequeños detalles que hacían las tardes en el Puente Romano mucho más agradables de lo que ya son, gente maravillosa que pasa la barrera de lo extraño para convertirse en esa rutina que cuando no está... extrañas. Don Tano, Don Tano.
Puente Milenio, rodeado por unas cuantas escaleras, es uno de los atractivos de la ciudad termal, ciudad de los puentes; mi Ourense querido.
Os avos, que cuando llegas a casa y te tienen un buen plato de churrasco o calamares acompañados de sus pimientiños de padrón, un plato de pulpo o los mejores San Jacobos...
Ribadavia y su maravillosa Festa da Istoria, una tradición de hace años donde hay que ir vestidos al estilo medieval, beber en tarros de barro, ver luchar a caballeros con sus armaduras o simplemente darte un baño en el río y pagar con maravedies, porque sí, porque así se hacia antes...
Nuestro San Roque, fiesta del pueblo donde hay que sacar todo lo mejor y lucir perfectos para la misa y la comida con la familia, ya después, la fiesta... es otro cantar.
Los shorts y los vestidos salen a la luz para el día, el estilo de la gente cambia radicalmente al salir con alpargatas, sandalias invadidas de pedrería y con detalles que hacen lucir femenina a la mujer, que se deja llevar por la moda del verano, esa que con los 38° más que suficientes para sentir el calor Gallego por todo lo alto, hace que andemos "cómodas" por la vida, las termas de Outariz, se llenan y la gente pierde el control, el verano es corto y el invierno muy frío y largo, hay que aprovechar.
¡VINOS! Como evitar hablar de la calle que tantas fiestas y recuerdos nos deja... un sitio como pocos, con mucha fiesta por delante y como ninguna otra zona en el mundo. El Moruno, Maitines, Templo, Manhattan, Miudiño, La Quimera y rematar con La Bull... Un verdadero espectáculo de ambiente.
El día de San Juan y su hogueras por todas las playas de Galicia, la noche más larga del año, una noche que por más que pasan los minutos... nunca termina.
Comidas que comienzan al medio día para volverse meriendas y pasar por la cena, familia que ves pocos días en tu vida pero que sin pensarlo, llevas siempre en el corazón. Verín 2014.
Lo que el verano del 2014 trajo, que se quede conmigo que los recuerdos perduran y las cosas malas... bueno de esas ya nos sobran, así que olvidémoslas y esperemos el verano que viene, que llegue pronto y que sea más y mejor! Galicia Calidade!
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